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¿Por qué envejecemos y cuáles son las características de la longevidad?

Envejecemos porque nuestras células envejecen.

A lo largo de la historia, han surgido diferentes teorías sobre el envejecimiento: la teoría de los radicales libres y la mitocondria fueron las primeras, seguidas por otras como el acortamiento de los telómeros.

La senescencia se produce tras un gran estímulo de estrés intracelular o extracelular, y en respuesta a esta situación estresante, la homeostasis, la autorreparación, la renovación y el rendimiento y la aptitud de los diferentes tejidos a lo largo de la vida dejan de mantenerse. Las células envejecen y se produce una interrupción permanente del ciclo celular, lo que limita la longevidad.

Los marcadores o características que actualmente conocemos sobre el envejecimiento son también los que nos ayudan a saber qué debemos hacer para vivir más. Los nueve marcadores del envejecimiento son:

Disfunción mitocondrial: las mitocondrias son los hornos celulares donde oxidamos (quemamos) los nutrientes. Su disfunción provoca un desequilibrio en el estrés oxidativo, y la oxidación acelera el envejecimiento.

• Disminución de células madre: Las células madre son necesarias para la regeneración de huesos, cartílagos, piel y tejido muscular.
• Comunicación intercelular deteriorada: La alteración de los sistemas hormonales, la inflamación y la pérdida de factores hematopoyéticos hacen que el envejecimiento trascienda una célula específica y se vuelva contagioso.
• Inestabilidad genómica
• Desgaste telómero: El envejecimiento provoca el acortamiento de los extremos de los cromosomas.
• Alteraciones epigenéticas: El estilo de vida puede afectar la interpretación de nuestros genes; una interpretación errónea de nuestro código genético provoca enfermedades.
• Pérdida de protesis: Las proteínas de nuestro cuerpo se encuentran en un ciclo constante de creación, deterioro y eliminación. Cuando el sistema empieza a fallar, envejecemos.
• Senescencia celular: En el tejido sano, cuando una célula se deteriora, se activa la muerte celular programada (apoptosis) para que pueda ser reemplazada por una nueva. Cuando este mecanismo se altera, los tejidos acumulan células envejecidas y deficientes, y a largo plazo, es el propio tejido/órgano el que deja de funcionar correctamente.
• Desregulación del sistema de detección de nutrientes: Con el paso de los años, nuestros cuerpos reaccionan con menor eficacia a los nutrientes, lo que produce resistencia a la insulina y otros desequilibrios hormonales. Se ha demostrado que la restricción calórica o su estimulación con fármacos aumenta la longevidad. La terapia de reemplazo hormonal también combate los efectos del envejecimiento en los tejidos diana.
• Disbiosis.